domingo, enero 05, 2014

Epifanía, manifestación de Dios!


Leyendo esta de reflexión del padre Eduardo, me hace sentido una experiencia que se viene fraguando hace poco, desde que estoy aprendiendo de la fotografía. P. Eduardo nos recuerda que en Epifanía es la manifestación de Dios, como la luz que ilumina nuestras realidades, nuestras relaciones, nuestras vidas. Y como, al reconocerlo nos hacemos buscadores del rostro de Dios, saliendo de nuestras comodidades, buscando su presencia en la vida de los hermanos y compartiendo esta alegría.

Bueno, sin luz no podemos ver y la fotografía se trata de eso, de capturar la luz, de buscarla, de gustarla. De gustar lo que nos muestra o de observar lo que nuestros ojos no alcanzan a percibir. Con razón Sebastián nombró su taller de fotografía como cazadores de luz. 

Somos buscadores de esa luz, de esa presencia tierna que hoy la Iglesia contempla en un pequeño niño, un rayo de luz en un mundo bastante oscuro.  Este Dios niño, adorado por los reyes magos, por pastores y a través de los siglos por los que buscan la luz en medio de las tinieblas de este mundo. Este Dios ilumina nuestras vidas, nos seduce y conduce por sendas de fraternidad y solidaridad.  Aunque campee el egoísmo, el individualismo, la competencia, el afán de reconocimiento y de acumulación. Dios sigue brillando, llamando humildemente desde la humanidad más indefensa de un niño. 

Creo que los fotógrafos tienen algo de contemplativos, algo de reyes magos, de inconformistas y de revolucionarios. Sin saberlo. Como mi sobrinito que ya se ha aficionado a la luz (se llama Eduardo, coincidencia con el que me inspiró este post), ya no puedo dejar de buscar a Dios, su reino y su justicia.


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