martes, octubre 10, 2006

Acerca de renovar la parroquia

Reiniciando mi interrupido ciclo de postéos, quiero compartir lo que me motiva del posteo anterior sobre "renovar la parroquia".

Me encantó la reflexión del p. Benjamín. Da luces sobre mis recurrentes reflexiones de la Iglesia, la parroquia, sobre lo que vi en Alemania y sobre la Pastoral Juvenil.

Me llena de ánimos ver que va bien sincronizado con el Plan Pastoral de la Esperanza Jóven, orientado a procesos formativos. Creo que es el futuro de nuestra Iglesia, por eso es que apuesto mis energías en ello. Es verdad que cuando se habla de adultos sólo los movimientos tienen procesos definidos para tener laicos formados. Pero por lo menos en Santiago de Chile la pastoral juvenil tiene hace unos años un itinerario de formación para los jóvenes. Lo triste es que aún hay muchas resistencias de sacerdotas que quieren profundizar y perpetuar el modelo antiguo (criticado de alguna forma por el p. Benjamín).

Un punto importante es la integración de los movimientos, de la diversidad de la Iglesia, de las fuerzas vivas. Siempre he creido que hay que invitar a los movimientos para que lleguen a la parroquia. Debe ser culpa de mi buena experiencia y formación en Adsis.

Creo que en estos tiempos estamos en constantes cambios sociales y culturales que requieren de una respuesta pronta de nuestra Iglesia y en concreto de nuestra parroquia. Cuando recuerdo la realidad de las Iglesias Alemanas, me preocupa que vamos por el mismo rumbo.

Creo que es urgente que no nos coma la máquina y que reflexionemos y oremos nuestro presente para descubrir las pistas que Dios nos da para guiar la Iglesia hacia el futuro. Me decepciona, y deprime un poco, que en las parroquia los agentes pastorales muchas veces estamos tan preocupados de detalles tontos. Cuesta luchar contra la inercia devocional y tradicional en nuestras parroquias. Pero no importa, nadie dijo que tiene que ser fácil. Jesús ya nos avisó de que sería difícil seguirlo. Pero es nuestro deber como cristianos, como discípulos de Jesús.

Volver a mirar la comunidad que nos presenta Lucas es urgente. Es tan obvio para algunos y tan lejano para otros. Muchas veces veo en mi parroquia la postura de sentirse ya salvádos, cómodos, discípulos. Cuando deberíamos estar en constante cuestionamiento de nuestras opciones, de nuestros compromisos.

Despertémos de una vez y salgamos de la ilusión de que está todo armado y listo. Todo está por hacer, la Iglesia de mañana la tenemos que construir hoy. Hay que tomar el testimonio (carreras de postas) y hacer la parte de la tarea que nos corresponde hoy para que la Iglesia de mañana exista.

No es un tema de posibilidades si no de realidades.

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