miércoles, junio 15, 2011

Indignado, ¿por la subasta de maletas?

En los distintos medios de comunicación se avisaba que hoy sería el gran día de la subasta de maletas no reclamadas (este punto es poco claro) o perdidas en el aeropuerto en vuelos de LAN(también poco claro).

Impresionante ver cómo corrieron muchas personas a comprar, por sumas también impresionantes, maletas o paquetes con contenido desconocido. Muchos esperando comprar por poco verdaderos tesoros. El sueño del pibe. Otros con claras intensiones de poder hacer negocio posterior. Todo por ver el contenido de las maletas de algún turista que, vaya a saber Ud. por qué, dio por perdida. En el fondo se busca sacar beneficio de anónimas y pequeñas tragedias personales.

Todo esto me lleva a pensar en los sueños y esperanzas de tantos, a la vez en el despilfarro de otros que están dispuestos a apostar grandes sumas de dinero que equivalen varias veces al sueldo mínimo sólo para probar suerte, como en un casino televisado. Esta apuesta la encuentro que apunta a algo lúdico, medio infantil, medio inmaduro. Supongo que muchos dirán que es su dinero, que hagan lo que quieran con él. No lo se, o no lo creo.

Por otro lado como música de fondo recuerdo que hay, y están ocurriendo, varias marchas de distintos sectores sociales pidiendo mayor justicia en lo referente a educación, trato del medio ambiente, decisiones gubernamentales, judicial, DDHH, dignidad y un largo etc.

Y por si fuera poco, el “escándalo financiero de La Polar” (eufemismo para decir “el gran fraude”) se encuentra en pleno desarrollo. Con directivos deslindando responsabilidades subalternos y donde todo indica que no puede haber sido desconocido por ellos y hace harto tiempo. Escándalo porque se abusaba de los sectores más populares que sólo tienen acceso al crédito entregado por estas instituciones donde prima la ley del la selva, es decir, donde no hay reglamentación que los defienda a no ser sólo como consumidores.

Me siento indignado con esta sociedad que nos hemos montado. Como que todo es una gran subasta o mejor un gran juego, donde los que tienen dinero juegan con el suyo y el de los demás(más lo segundo) sin más dolor que el de una apuesta mal hecha. Cuando en realidad hay vidas reales que se juegan en este tablero. Vida de jóvenes, adultos y ancianos, que son tratados como simples fichas de este gran juego (con esa dignidad o falta de ella). Donde los jugadores son otros, los ganadores son otros. Muchas veces se ve a los políticos como parte de este mismo circo, como jugadores del mismo juego, negociando, jugando. Algunos llegan a base de apuestas hasta a la presidencia de la república. No creo que todos son así, porque aún creo en la política y en las personas.

Lo de los “indignados españoles” me hace eco en la situación de Chile. Suena como un grito desesperado pidiéndoles a muchos de estos jugadores que dejen de jugar. Por qué mejor no se van a jugar a otro jardín, a otro patio de juego, a otro casino, a otro país. ¡Por favor!. Los Prisioneros les podrían dedicar una nueva canción.

Finalmente, asumo mi responsabilidad en esta sociedad porque creo que no da lo mismo en cómo gaste mi dinero, mi tiempo, mis energías, mis recursos y mi vida. Yo creo en el Proyecto de Jesús, por eso creo que también soy responsable por los demás (Génesis 4,9). Me gustaría invitar a muchos a no gastarnos inútilmente la vida, a que nos dejemos de juegos infantiles y tomemos acciones en serio, porque las vidas de nuestros hermanos no son fichas de juego. La vida no se mide por lo bien que lo pasamos, lo mucho que acumulamos, nuestra apariencia, lo que ganamos, lo que perdemos o por las devociones practicadas. Al final (Mateo 25, 31-46) se nos juzgará por lo que hicimos o o dejamos de hacer a los más pequeños.

1 comentario:

Priscilla Vergara Martinez dijo...

Pos si!!!! soy una INDIGNADA, igual que tú...

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